Jocosa entrevista con una reina

Cierto locutor en una importante estación de radio entrevisto a una reina meses antes de la elección y coronación del concurso para el que participaba. Cual sorpresa la del señor locutor cuando oyó que la reina respondía con un refrán a cada pregunta de su cuestionario. Esta es la entrevista.

 - ¿Qué opinas de las otras reinas que apenas comienzan con el aprendizaje del baile del joropo, cuando solo falta un mes para la elección y coronación? -Pregunto el locutor.

 ¡Loro viejo no aprende a hablar! -Respondió la reina.

¿No crees que es un tiempo suficiente como para que asimilen la perfección del baile del joropo en el poco tiempo que resta? –pregunto de nuevo el locutor y la reina dio respuesta a su pregunta con refranes:

  ¡No! No basta que el pollito pille, gallina no tiene teta, y el que va ser barrigón ni que lo fajen chiquito

¿Y tu cómo vas en el reinado? –repuso el locutor en tono de voz irónico.

-Llevando más tropezones que un chueco en camino angosto, pero p´alante es que brinca el sapo aunque lo puyen de frente –respondió la reina.

El locutor al oír la espontaneidad de la reina para responder a sus preguntas, hizo una pausa frente al micrófono y con una mirada de asombro la observó de arriba hacia abajo, y retomó la entrevista:

¿Qué te motivó participar en este reinado?

- El que no arriesga un huevo nunca tiene un pollo, y más arriesga el pato que él que le dispara.

 ¿Desde cuándo te vienes preparando?

 - Desde enero señor locutor.

¿Por qué tan temprano?

 - Porque la chiva renca madruga y la tuerta espera que aclare; el camino largo se anda temprano, y el que madruga Dios lo ayuda y agarra agua clarita, ¡compañero! Manifestó la reina en tono enérgico.

El locutor tomo aire frente al micrófono, enderezo sus gafas y dijo:

Que las demás participantes te retaran para medir fuerza y conocer tus capacidades folclóricas, ¿Qué opinarías al respecto?

 - La que quiera llevar chuzo que alborote el avispero – respondió la reina.

 El locutor giró su cabeza para aclarar su garganta y preguntó de nuevo:

Que el acalde le mandara un regalo a todas, y el tuyo fuese el de menor calidad, ¿Qué concepto deducirías al respecto?

-¡Señor locutor! A caballo regalado no se le mira el colmillo –contesto la reina con tono de voz burlesco.

-Hay una participante que la organización considera fuerte en este reinado, ¿sabes de quien se trata?

- No sé qué gallina puso ese huevo.

- Dicen que eres la más exigente del concurso ¿Por qué?

- Porque el que no llora no mama así esté cerca de la teta –dijo la reina riéndose viendo la incomodidad del entrevistador.

- Que todas renunciaran al concurso y quedaras tu sola ¿Qué dirías?

- Mientras menos indios, mas iguanas llevo para mi casa. Respondió la aspirante al cetro y la corona.

Unas niñas se quejan porque que las levantan a ensayar muy temprano, ¿Cuál es tu concepto? –pregunto el locutor casi a punto de despedir a la reina de la cabina.

-A trabajo pasa un flojo en la casa de un mandón.

- ¿Si te nombraran secretaria privada del alcalde? 

- ¡Ay Señor locutor!  Al que buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.

- Si tuvieras que trabajar para ganarte hombre de tus sueños ¿lo harías?

- El servir para merecer ninguno lo ha merecido, y lo viene a merecer el que menos ha servido.

El locutor tiro el cuestionario sobre la mesa de trabajo y salió de la cabina halándose los pelos de la cabeza y dio por concluida la entrevista sin haber despedido a su entrevistada.